A veces creemos que para cambiar necesitamos un gran giro, una decisión radical, un “antes y un después” muy claro. Y sin embargo, muchas veces, lo que realmente transforma nuestra vida son los pasos pequeños, constantes, casi invisibles.
Los comienzos humildes tienen un poder inmenso. Nos permiten movernos sin prisa, con suavidad, con la calma de quien siembra sin exigir resultados inmediatos.
🍃 Por qué nos cuesta empezar
Empezar pequeño a menudo nos parece poco. La mente nos dice que no sirve, que no será suficiente, que necesitamos más. Y esa exigencia puede llevarnos a no hacer nada, a posponer, a esperar “el momento perfecto”.
Pero no hay momento perfecto. La vida se abre en lo cotidiano, en lo que elegimos hoy, ahora.
🌱 La fuerza de lo pequeño y constante
Un suspiro profundo antes de entrar en una reunión.
Un vaso de agua al despertar.
Cinco minutos de silencio antes de dormir.
Un “no” dicho con respeto para cuidar de ti.
Pequeños gestos que, día tras día, van construyendo una forma de vivir más en calma, más conectada contigo.
✨ Micro-acciones que nutren
Caminar sin auriculares durante unos minutos.
Escribir una frase de agradecimiento cada noche.
Regalarte un café sin prisa.
Poner una vela y respirar junto a ella.
Son semillas. No lo cambian todo de golpe, pero lo cambian todo poco a poco.
💛 Recuerda: los comienzos pequeños son comienzos reales. Y cada paso cuenta.
👉 Si sientes que quieres empezar a cuidarte con más presencia y necesitas un espacio donde hacerlo acompañada, estaré encantada de escucharte.
Con calma, Alma