Vivimos rodeadas de ruido: mensajes, notificaciones, tareas, conversaciones, pensamientos. El silencio, a veces, parece incómodo, extraño, incluso inquietante. Pero cuando nos atrevemos a habitarlo, descubrimos que puede convertirse en un verdadero refugio.
🍃 Ruido externo y ruido interno
No solo nos rodea el ruido de fuera. También dentro de nosotras habita un murmullo constante: listas mentales, preocupaciones, recuerdos, dudas. El silencio no siempre llega apagando lo externo; muchas veces es un trabajo de calmar lo que bulle dentro.
🌱 Qué descubrimos en el silencio
Cuando calla el ruido, aparece la voz interior.
Esa que no grita, que no exige, que simplemente susurra.
En el silencio, sentimos más el cuerpo, nos damos cuenta de qué necesitamos, de qué llevamos tiempo ignorando.
El silencio es incómodo al principio, porque muestra lo que hemos escondido. Pero justo ahí está su valor: en permitirnos mirar, sentir y empezar a cuidar.
✨ Prácticas para invitar al silencio
Dedica cinco minutos al día a estar sin móvil, sin música, sin distracciones.
Respira profundamente y escucha los sonidos de tu alrededor.
Busca un rincón donde solo se escuche tu respiración.
Deja que el silencio acompañe un café, una vela, un paseo.
No se trata de callar todo. Se trata de aprender a escuchar en calma.
💛 Recuerda: el silencio no es vacío, es un espacio lleno de ti.
👉 Si sientes que necesitas un lugar donde tu silencio sea escuchado, estaré aquí para acompañarte.
Con silencio, Alma